Por Andres Belluzzi
Conocen a una persona a la que quieren pero no saben realmente el Porqué? Un amigo lejano, un pariente o simplemente un viejo conocido. Esas personas a las que uno le tiene un aprecio curioso, ya sea porque lo conocen hace mucho, por costumbre de verlo seguido, por alguna anécdota del pasado o simplemente nostalgia. Esa fue la sensación que me dió el nuevo Double Dragón. Un sentimiento que entremezclaba estar ante un viejo conocido, pero con cosas nuevas que no sabía si me terminaban de gustar del todo. Una cierta incomodidad de no saber si el juego me estaba gustando por ser bueno o por nostalgia. Creo que fue un poco de ambos. De hecho, al principio el juego me parecía malo, tosco, con mecánicas bastante retorcidas cuando en realidad lo que había venido a buscar era un simple Beat em up. Y sin embargo, a medida que iba pasando los niveles, iba entendiendo más la idea original del juego, su particular sistema de progreso e incluso los combos escondidos en una mecánica considerablemente lenta.
Como es un título bastante particular, vamos de a poco.
Double Dragon es una saga de videojuegos bastante longeva y en algunos casos, los años dan sabiduría. El género Beat em up al que pertenece la saga, digamos que tiene un techo. Un techo bastante corto, es decir: avanzar, pegar y no mucho más… y si bien muchas veces “menos es más” desde la desarrolladora quisieron apostar un poco y darle una vuelta de tuerca al género. Un cierto aire de frescura y adoptar (y sumar) el sistema rogue like al estilo clásico de beat em up. De esta forma, no solo se garantiza una nueva forma de jugabilidad, con la elección de diferentes habilidades pasivas y hasta cierto factor estratégico sino que, también se suma un amplio grado de rejugabilidad (algo que los beat em up por lo general, no tenían).
Cuando desde el staff de Colectiva preguntaron “¿Quién quiere el nuevo Double Dragon?” No dude en levantar la mano. Insisto con que uno no siempre quiere un juego de 80 horas con un mundo abierto, misiones secundarias y un lore profundo. Cada tanto el sistema de avanzar, pegar y no mucho más… es suficiente. Un rato de relax… aunque bueno, en realidad no porque nos estamos cagando a trompadas con medio mundo (pero creo que se entiende hacia dónde quiero ir) Y sin embargo, me tope de entrada con un sistema de recompensas y habilidades bastante interesante y complejo (sin llegar a ser “Chino básico”, con el perdón de los chinos) que en principio logró generarme bastante rechazo hacia el título. Por eso mencione en la intro de que en primera instancia, el juego me parecía malo y tosco. Cuando empecé a jugarlo pensé “no puede ser más lento” y a criticarlo internamente al compararlo con beat em ups mucho más ágiles y fluidos como el cercano “Shredder´s Revenge” o el ya mítico a estas alturas “Street Of Rage 4”. De hecho, sigo pensando que el movimiento de los personajes es considerablemente lento y que los saltos de los personajes son como mínimo, cuestionables. Pero sin embargo, a medida que seguía jugandoló y comprendía el sistema de intercambio de personajes, las habilidades y los combos, fui entrando en ritmo. El ritmo que el juego pretendia y no el que yo quería imponer. Y allí surgió una hermosa amistad. Una amistad entre el título y yo.
Bueno bueno, hablando en serio. La cuestión es que el juego propone este sistema rogue like que se ve reflejado en una elección de habilidad, mejora o aumento de dinero al final de cada fase de nivel. Dicha elección de mejora nos acompañará durante toda la run, es decir, hasta que nuestra partida termine. Si bien el juego se divide en 4 niveles o zonas principales, cada vez que terminemos una, las restantes irán potenciandose cada vez más, agregando fases nuevas, jefes intermedios y batallas finales cada vez más complejas y difíciles. En ese aspecto, el factor estratégico de las mejoras cumplirá un rol bastante especial, ya que podremos llegar con más daño, más vida o pasivas que involucren a nuestro segundo personaje. Por que eso tambien cambia, el titulo permite seleccionar dos personajes intercambiables entre si. Siempre y cuando nuestra barra de especial esté cargada, podremos intercambiarlos y de esta manera evitar que alguno muera innecesariamente. Además, este intercambio nos permitirá encadenar combos realmente muy poderosos y satisfactorios de hacer, pero no son tan sencillos de realizar. De hecho, volvemos a insistir que en un principio el juego seguramente les resulte “lento” pero es cuestión de adaptarse.
Hablemos un poco de los personajes. El juego plantea un tandem interesante, de libre elección entre un número considerable de personajes seleccionables pero pero pero, la mayoría se encuentran bloqueados desde un principio pero ese no es el principal problema (de hecho, es una motivación para seguir jugando el título) sino que algunos personajes están completamente desbalanceados, sobretodo los que tienen ataque a distancia. La gracia de un beat em up radica en el intercambio de golpes, en darse murra contra varios tipos que te abordan desde todos los flancos… pero si en lugar de eso, tenemos una pistola como arma principal, con munición infinita… bueno, el chiste se pierde. Y por si fuera poco, su set de habilidades especiales también están completamente rotas (si, te estoy mirando Marian).
Pero claro, ustedes diran: ¿Cómo desbloqueo los otros personajes? El sistema es bastante curioso. El juego tiene por un lado el dinero de la partida (representado por las clásicas monedas de oro) y las fichas que se utilizan para desbloquear cosas por fuera de la partida. Cuando más lejos lleguemos en nuestra partida, más oro iremos juntando, que luego se intercambiará por un número de fichas. Pero a su vez cada “continue” dentro de la partida, nos va costando progresivamente más oro. Revivir acá no es gratis, cada vez nos costará 1000 más de oro o bueno, eso en la configuración standar del juego, poooooooorque también tenemos una amplia variedad de configuraciones antes de iniciar la partida que determinara la relación de intercambio entre el oro y las fichas. Si, es un bardo. O tal vez sea un bardo explicarlo, pero jugándolo es más sencillo.
Pero lo voy a intentar de la siguiente manera: Jugar nos da oro, cuanto más difícil lo pongamos, más oro vamos a ganar, cuando más oro ganemos más fichas podremos conseguir pero menos lejos llegaremos en la historia del juego. Ah, y también las fichas pueden servir como el continue clásico del Arcade. Es decir, no revivir el personaje donde estábamos peleando, sino desde el inicio del nivel. Por lo cual, algunas partidas conviene dedicarlas exclusivamente a juntar oro para cambiar por fichas, mientras que otras, dedicarse enteramente a terminar el juego. Que por cierto, tiene dos finales y una batalla final totalmente enfermiza que, por motivos obvios no vamos a mostrar.
Pasemos al lado artístico. El cambio de diseño de los personajes, hacia una infantilización es en primera instancia lo que más ruido hace… pero como toda decisión artística, queda respetarla. Guste más o guste menos. Sin embargo, un apartado cuasi indispensable de los beat em up se cumple muy bien. La banda sonora. Se sabe que es mucho mejor agarrarse a trompadas con unos buenos temas de fondo… y sino porque siempre se arma bardo en los boliches? Bueno en realidad no se mucho porque no salgo hace bastante. En fin, la banda sonora cumple muy bien, dando ese toque de adrenalina extra.
Los efectos en pantalla, la paleta de colores y los diseños de las habilidades especiales también nos parecieron llamativamente correctos junto a unos niveles bastante variopintos en el que no podemos evitar destacar el que tiene una ambientación japonesa medieval.
Lo bueno es que si por esas casualidades quedaste con curiosidad sobre el arte del juego, se puede desbloquear las pistas de audio y los bocetos de los personajes y niveles por algunas fichas cada uno.
Entre la variedad de objetos por desbloquear en el juego (con su principal atractivo en los otros personajes jugables), un sistema de configuración de dificultad de partidas y una variedad (no muy amplia) de opciones de mejoras y habilidades dentro de cada partida en sí misma, el título promete varias horas de entretenimiento y cierto giro de aire fresco a un género al que ya se le empiezan a ver las canas. No es un juego necesariamente difícil, sobre todo si abusamos de esos personajes desbalanceados, pero si es satisfactorio de jugar una vez que nos amiguemos con su ritmo. Tampoco es un juego largo, pero tiene una amplia rejugabilidad e invita al cooperativo de a dos jugadores que siempre se agradece.
Despues tiene algunas cositas menores, como un sistema de rakings para medir quien es el más malo de todo el barrio… suerte con intentar alcanzarme. Y varios momentos bugsitos que nos encontramos a lo largo de las horas que le dedicamos al título.
Double Dragon Gaiden: Rise of the Dragons es un juego curioso. Tiene el factor nostálgico que siempre suma, pero a la vez es disruptivo con su diseño de personajes y sus mecánicas de juego. Aporta frescura con una combinación de beat em up clásico y roguelike que invita a la rejugabilidad y la estrategia, pero a su vez tiene movimientos lentos y saltos toscos que harán que más de uno no pueda perdonarlo de entrada. Habrá quienes puedan amarlo y habrá quienes lo odien. ¿Es recomendable? La respuesta sincera sería: depende de qué. Su precio no es el más amigable, pero con la actual situación económica del país tampoco es un parámetro para tener demasiado en cuenta. Su principal objetivo de entretener, lo cumple.Tiene variedad, bastantes desbloqueables y opción multijugador que siempre vienen bien. Pero cuidado con las exigencias.
- Desarrollado por Secret Base Pte
- Publicado por: Modus Games
- Disponible en: Xbox One, Xbox Series, PS4, PS5, PC, Switch
- Fecha de salida: 27 de julio de 2023
*Codigo de review proporcionado por Modus Games*